Por eso no es de extrañar que luego de largos períodos de bruxar (apretar y frotar de manera inconsciente nuestras mandíbulas), se manifieste irregularidad en los ciclos menstruales de una mujer, por ejemplo. Te preguntarás: ¿cómo sucede eso?
Os presento a la Hipófisis, la glándula Maestra, diríamos que se le llama así porque regula todas las demás glándulas de secreción endocrina.
Se ubica sobre la “silla turca”, un espacio sobre el hueso Esfenoides, un hueso que es como una percha que se encuentra detrás de las fosas nasales, a mitad de camino entre una oreja y la otra. Ahí en el centro de nuestra cara/cabeza.
Esa especie de percha que es el esfenoides, está sostenido en máximo y perfecto equilibrio por los músculos y tendones de la articulación de la mandíbula.
Cuando bruxamos, se produce un desequilibrio en esta zona y por ende la Hipófisis que descansa sobre este hueso, se verá inmediatamente irritada, ocasionando trastornos en su funcionamiento y por ende en el funcionamiento de las demás glándulas que dependen de ella.
¡Has visto lo maravillosa y perfecta que es nuestra biología! Con la técnica de Kinesiología Energética, R.E.S.E.T ATM, conseguiremos restablecer el equilibrio y la armonía de la articulación témporo mandibular.
RELAX, ARMONÍA Y EQUILIBRIO.